Antes de venirnos a Plan salimos un día con los vecinos, si, los del 147, a dar un paseo por uno de los bosques cercanos a casa.

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La idea era hacer hambre porque luego íbamos a ir a comer a un self service. Como en esos sitios se come hasta decir “basta” pensamos que sería buena cosa darnos una buena caminata. Que celebrábamos? Pues nada en concreto, que somos vecinos y amigos a la vez. Se necesitan muchos motivos para comer con unos amigos?

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También queríamos ver como estaba la cosa para buscar alguna setilla. Pero hacía tiempo que no llovía y el bosque estaba bien seco. Unos días después de esta salida empezó a llover y ya no paró hasta tres días más tarde.

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De esos días de lluvia era la foto que os mostré en un post anterior de los bichos de casa frustrados. Llevaban 72 horas sin poder salir del interior porque llovía o, si no lo hacía ese rato, estaba todo mojado.

Luego nos vinimos a Plan. Y las historias que hemos vivido aquí – nuestros días de retiro en el Pirineo llegan a su fin – ya las habéis leído.

Esperamos que a la vuelta a casa podamos volver a salir al bosque y encontrar algunas setas más aunque el frío nos lo va a poner difícil.